El factor de protección (FPS) de los protectores solares es un número que indica el tiempo que el producto aumenta la capacidad de defensa de la piel frente al sol. La duda que surge es, por qué se recomienda con insistencia reponer la crema solar cada dos horas si un FPS50 protege durante 8 horas. “En dos horas nos tocamos la piel y sudamos. Además, el grado de absorción de cada persona es distinto. Incluso en un mismo cuerpo hay zonas más delicadas que otras, dónde la piel es más delgada.

Los protectores solares son agentes que ayudan a prevenir que los rayos ultravioletas (UV) lleguen a la piel. Existen dos tipos de radiación ultravioleta, los rayos UVA y los rayos UVB, los cuales causan daños a la piel y aumentan el riesgo de cáncer de piel. La luz UVB es la principal causa de las quemaduras por el sol, mientras que los rayos UVA penetran en la piel más profundamente,  se asocian con las arrugas, la pérdida de la elasticidad y otros efectos del fotoenvejecimiento.

Así es como funciona: si su piel sin protección tarda 20 minutos para empezar a ponerse roja, al utilizar un protector solar con un FPS de 15 previene el enrojecimiento teóricamente 15 veces más – alrededor de cinco horas.

El Ministerio de Sanidad afirma que, a la hora de elegir FPS, hay que tener en cuenta el índice de radiación ultravioleta. Estos índices se dividen en:

  • Radiación UV baja: valores 1 a 3.
  • Radiación media: valores 4 a 6.
  • Radiación alta: valores 7 a 9.
  • Radiación extrema: superiores a 10.

Debe utilizar un protector solar toda persona a partir de los seis meses de edad todos los días. Incluso las personas que trabajan en zonas cubiertas, están expuestos a la radiación ultravioleta por períodos breves a lo largo del día. Además, la mayoría de las ventanas no bloquean los rayos UVA. Los niños menores de seis meses no deben exponerse al sol. Mantener los niños en la sombra es la mejor manera de protegerles del daño solar.

Centro Médico Azuaje

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