Dada la emergencia ocasionada por la pandemia sanitaria a causa del #COVID19, prevenir las intoxicaciones e infecciones alimentarias parece una obviedad. Sin embargo, el actual escenario obliga a extremar acciones tendientes a conservar la inocuidad alimentaria con el propósito de prevenirlas, por su efecto inmediato y directo sobre el sistema inmunológico, que se vería resentido por una patología evitable y, en segundo lugar, por una posible necesidad del sistema sanitario, que -por efecto del coronavirus- podría estar sobredemandado.
Hacer de nuestra alimentación un proceso sanitariamente seguro requiere de fáciles acciones que deberemos implementar en el proceso alimentario.
- Mantener la cadena de frío. Los alimentos que se compran refrigerados deben mantenerse refrigerados. Una vez en casa, su inmediato almacenamiento en refrigeración.
- Los alimentos que se compran calientes deben mantenerse calientes y, por lo general, ser consumidos en el menor tiempo posible.
- Los alimentos congelados deberán adquirirse en porciones que permitan solo un único uso, esto implica que los alimentos una vez descongelados no deberían volverse a congelar.
- Solamente se debe recalentar las porciones que serán consumidas de los alimentos refrigerados, puesto que, volver a refrigerar lo que se ha calentado involucra un alto riesgo sanitario.
- Los alimentos refrigerados, las tartas, por ejemplo, deberán ser sacados del refrigerador inmediatamente antes de su consumo. La habitual práctica de exhibir la tarta a temperatura ambiente, durante los cumpleaños o celebraciones, es altamente peligrosa.
- Durante la preparación y servicio de alimentos se deberá extremar la precaución del lavado de manos con jabón y agua y secado higiénico (papel desechable o secado al aire).
- Evitar mantener en refrigeración alimentos preparados durante más de 3 días, especialmente preparaciones con carnes, huevos, leche, pescado y aves.
- Lavar cuidadosemente las frutas y verduras. Es recomendable comprar algún desinfectante de frutas y verduras y seguir las indicaciones registradas en la etiqueta del envase.
- Mantener los refrigeradores en casa cerrados y no sobrecargados para asegurar la existencia de temperaturas de refrigeración seguras (4,4° o menos). Deben ser abiertos el mínimo de veces posible y por tiempo muy limitado.
- Asegurar la cocción de los alimentos, para evitar secciones crudas y verificar la calidad de la preparación de las carnes (por ejemplo pollo asado), porque habitualmente las zonas cercanas al hueso quedan crudas, encontrándose allí microorganismos vivos y perjudiciales para nuestra salud.
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