Se extrae una muestra de sangre al paciente y se trata adecuadamente con el fin de obtener un concentrado de plaquetas que posteriormente se inyecta en las zonas del cuero cabelludo en las que se quiere frenar la caída del cabello. Las plaquetas liberan factores de crecimiento, de modo que se generan nuevos capilares sanguíneos en torno al folículo piloso aumentando así su irrigación, oxigenación y nutrición. Esto hace que el pelo crezca más rápidamente y se haga más grueso, lo que lo hace visiblemente más saludable y brillante.
Consiste en infiltraciones que contienen básicamente micronutrientes (aminoácidos, vitaminas, minerales, etc.) y factores de crecimiento sintéticos (similares a los humanos) cuya finalidad es la reactivación del ciclo de funcionamiento de los folículos pilosos.