Los poros no se cierran, pero existen tratamientos que logran que sean menos visibles

El poro es un diminuto orificio natural de la piel, por donde el folículo piloso y la glándula sebácea se abren a la piel, de los que cada persona tiene aproximadamente dos millones, que cumple varias funciones. Si bien la más importante es eliminar la transpiración.

El tamaño del poro es distinto en cada tipo de piel y en cada persona. Son muchos los factores que influyen en su tamaño. La edad es uno de ellos, pues con la edad la piel pierde elasticidad y la capacidad de mantener el tamaño del poro. Los hombres también tienen más tendencia a tener el poro más grande, debido a su capacidad hormonal provoca una producción de grasa extra y el factor genético también influirá en el tamaño del poro.

Por lo tanto, los poros no se pueden cerrar, pero existen tratamientos para que el poro ópticamente parezca más pequeño y no acumulemos excesiva secreción sebácea en su interior.

Lo más importante es la limpieza exhaustiva de la piel. Una buena limpieza diaria de la piel hará que tengamos un poro limpio, y por lo tanto ópticamente parecerá más pequeño.

Ya hemos hablado en otras ocasiones de los cuidados faciales y la limpieza diaria de la piel (tanto de noche, como de día), deben ser una rutina obligatoria para todos. En este artículo os explicamos pautas diarias de cuidado facial y tratamientos adecuados en cada etapa de la vida, para tener una piel sana, radiante y joven.

Las cremas también juegan un papel importante a la hora de disminuir la actividad de la glándula sebácea para hacer el poro menos visible. Pero tenemos que tener muy claro que tipo de cremas podemos utilizar en función de nuestro tipo de piel. En pieles grasas no podemos utilizar productos muy oclusivos, ya que ocasionarán que el poro esté más taponado.

Y no nos olvidemos de la importancia del fotoprotector. La radiación solar, polución, estrés … también influyen mucho en el tamaño del poro.

En relación a la alimentación y a los hábitos de vida, estos deben de ser saludables, pero no influirán excesivamente en el tamaño del poro. Hoy no se recomienda ningún tipo de dieta específica, pero si la persona observa que comiendo ciertos alimentos ve que el poro aumenta, debe reducir el consumo de estos.

 

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