El tercio medio de la cara comprende un grupo óseo importante y es una zona estratégica en el envejecimiento facial ya que actúa como sostén del tercio inferior y también del superior.

En el proceso de envejecimiento existe una pérdida de volumen a expensas del hueso (se reduce su espesor), a nivel orbicular (concavidad de los ojos) se amplían y existen unos paquetes grasos faciales (tanto superficial como profundo) que se atrofian disminuyendo de espesor. Todo esto acusado por la gravedad ejercen una flacidez en los ligamentos faciales de retención.

Al perder el volúmen y aparecer flacidez en el tercio medio se puede observar como las bolsas de los párpados al tener menos volumen sobresalen, se marcan los surcos nasogenianos y aparecen los nasoyugales (dando la impresión que divide los pómulos en dos), varía la posición de labio superior y los surcos de las comisuras.

Prevenir que acontezcan o tratar todos estos fenómenos es primordial para el tratamiento facial. 

El tratamiento del tercio medio, en medicina estética, se realiza fundamentalmente con rellenos (ya sea con ácido hialurónico o con inductores del colágeno) o hilos para realizar un lifting no quirúrgico.

Estos tratamientos se pueden realizar tanto en hombres como mujeres, variará la técnica para así masculinizar o feminizar al paciente, lo pueden hacer personas jóvenes que quieren mejorar, potenciar o prevenir sus rasgos o en personas más adultas con signos evidentes de flacidez.

Es parte de los tratamientos de armonización facial con los que buscamos una mayor simetría, belleza y atractivo potenciando la prevención en la pérdida de elasticidad, el volumen y grasa facial.

La importancia del diagnóstico

Es el primer paso para detectar las necesidades de cada paciente que quiere realizarse un tratamiento facial o necesita información sobre cuál es el más adecuado.

Cada persona es diferente y por tanto tiene unas características propias. Diagnosticarlas y detectar cuáles son sus necesidades específicas, ayudará a personalizar el tratamiento y determinar el más adecuado para cada caso.

Lo mejor para saber qué camino tomar ante cualquier necesidad estética, será estar bien informado. Por eso, antes de “realizar algún tratamiento es fundamental un diagnóstico previo”.

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