Por su anatomía, las manos no tardan mucho en delatar el paso del tiempo. La mejor forma de evitarlo es prevenir y dedicarles cuidados
Entre los 40 y los 50 años, todas estas características de las manos se resumen en que comienzan a observarse aparición de manchas, adelgazamiento de la piel y tendones, textura más rugosa y apergaminada.
Aparición de manchas
Las manchas oscuras que aparecen en las manos se deben todas a la acumulación de radiación solar a lo largo de los años. El tratamiento más habitual en estos casos es un tratamiento despigmentante, mejorando el aspecto general de la piel y unificando el tono.
Adelgazamiento de la piel y tendones más visibles
Con los años, el dorso de la mano pierde grasa y, además, la piel se hace más fina, provocando que tanto venas como tendones sean mucho más notorios. La alternativa médico-estética más habitual es la infiltración de materiales de relleno. Que además aumenta la producción de colágeno y elastina. Para crear un efecto de relleno y ‘acolchamiento’ del área.
Textura más rugosa y apergaminada de la piel
Aplicar cada noche retinol o, en caso de querer una acción más intensiva, ácido retinoico, siempre prescrito por un médico especialista. Más protección solar durante el día es una forma excelente de mejorar la calidad de la piel. Dado que el retinol tiene una acción adelgazante de la epidermis, es importante combinarlo con el fotoprotector.
¡Esas manchas!
Las manchas oscuras que aparecen en el dorso de las manos se producen, sencillamente, por el exceso de sol.
La Doctora Débora Azuaje, lo explica de forma sencilla: «Estas manchas, denominadas ‘lentigos solares’, son hiperpigmentaciones planas de color marrón claro y de pequeño tamaño que aparecen como consecuencia de la exposición solar crónica. Lo normal es que se empiecen a ver a partir de los 40 años, y con el tiempo suelen salir más. Lo hacen sobre todo en las zonas que más sol han recibido: en el rostro y en el dorso de las manos».
Los rayos uva que llegan a las manos mientras conducimos son una buena dosis de manchas futuras
Y, aunque parece que ya empezamos a hacernos a la idea de que la mejor forma de evitar arrugas y manchas en la cara es mediante el uso de un fotoprotector a diario, no acabamos de darnos cuenta de que las manos están igual de expuestas. Tanto… ¡o más!
Por eso, ya son muchas las personas que son conscientes de la importancia de cuidar sus manos.
Evitarlas es sencillo, pero pesado, para qué negarlo. Aplicar un buen fotoprotector regularmente a lo largo del día. ¿Pesado? Sí. ¿Eficaz? Sin ninguna duda.
En www.centromedicoazuaje.com sabemos asesorarte.
Dra. Débora Azuaje. Centro Médico Azuaje