La Dra. Debora Azuaje nos descubre todos los secretos, en base al tipo de tratamiento al que quiera someterse cada paciente, las características de la piel de cada uno de ellos y el nivel que sea necesario tratar: superficial, medio o profundo

“Dependiendo de lo que el paciente necesite y busque se le recomendará ácido hialurónico reticulado o no reticulado. También dependerá de si quiere que el efecto le dure más o menos”.

El ácido hialurónico es, a día de hoy, una de las principales sustancias que se usan para combatir los signos del envejecimiento. De hecho, se ha colocado en los puestos de cabeza como ingrediente antiedad estrella, gracias a su capacidad de restaurar los niveles de hidratación y conseguir rellenar las arrugas causadas por el paso del tiempo.

Con otros usos como, por ejemplo, la cicatrización de las heridas y úlceras, su mayor alcance, no obstante, se produce en cosmética, al desarrollar colágeno, retener agua y beneficiar la apariencia de la piel.

¿Qué tipos de ácido hialurónico existen?

En medicina estética existen dos tipos: reticulado o no reticulado.

Dependiendo del tipo de tratamiento al que quiera someterse cada paciente, las características de la piel de cada uno de ellos y el nivel que sea necesario tratar: superficial, medio o profundo, éste se someterá a un proceso u otro.

Ácido hialurónico reticulado

El ácido hialurónico, cuánto más reticulado, mayor densidad tendrá y, por lo tanto, su durabilidad será mayor. Esto se debe a que su alta densidad molecular hace que el organismo tarde más en absorberlo y por ello permite que los efectos de esta sustancia perduren más en el tiempo. Este tipo de ácido actúa de una forma más profunda.

Su uso suele centrarse en crear mayor volumen, rellenar arrugas y perfilar distintas zonas del cuerpo, destacando sobre todo en el rostro la zona de los pómulos, labios, ojeras y surcos nasogenianos entre otros y generando un efecto lifting sin cirugía

Ácido hialurónico no reticulado

Mientras tanto el ácido hialurónico no reticulado tiene un efecto más natural, empleado generalmente como suplemento para nutrir la piel.

Es una sustancia fluida y volátil que por lo tanto tiene una duración menor porque se degrada con facilidad y es vulnerable a la hialuronidasa, la enzima que lo degrada.

Esto se debe a que sus moléculas no se unen y circulan de forma más superficial para hidratar y darle más elasticidad.

Uno de los tratamientos más frecuentes con este tipo de ácido hialurónico es la hidratación de labios.

 

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